Desgraciadamente nos encontramos en una sociedad donde lidera el más fuerte y donde cuanto mas malo y mas te hagas respetar, mejor eres.
Para algunas personas el triunfo de otras se convierte en su peor pesadilla ya que comienza con un insulto pequeño y que termina en un sufrimiento tanto físico como psicológico.
Las victimas se encuentran en un estado de shock continuo donde siempre tienen la presión de que pasará al comenzar un día.
Hay algunas personas que han llegado a tal punto de querer quitarse la vida, o incluso quitársela, por el hecho de ser victimas de acoso escolar y de no poder soportar más la situación en la que se encuentran.
Es algo duro de llevar, tanto para ellos como para sus padres. Muchos niños no cuentan lo que les está pasando por miedo a lo que pueda pasar y a las amenazas de sus acosadores. Y también muchos padres viven con el miedo de que su hijo llegue el día que no aguante más y se rinda, de no poder sobrellevar la situación o de que la tristeza y la impotencia del momento le pueda.
Es increíble que una persona tenga que llegar a sentirse así por el simple hecho de que otra persona se siente en el derecho de hacerla sufrir. Quizás todos deberían pasar por lo que hacen diariamente y seguro que así cambiaría la forma de ver las cosas y de hacer.